miércoles, 8 de abril de 2015

Bizcocho de chocolate y avellanas




Después de unos cuantos meses sin publicar en el blog, ya he vuelto. 

Y con nuevas recetas.


Además, ya tocaba una receta con chocolate, ¿no?

La idea de esta receta surgió cuando se me ocurrió preparar una merienda para un sábado de campo (aprovechando que había salido el solesito un poco, aunque poco duró).

Es una receta algo distinta.

Simplemente porque es un bizcocho con sabor a avellana pero no lleva avellana troceada, así que, es ideal para las personas que no les guste los frutos secos en sí, pero sí el sabor.



Una de las cosas que más me gustó de este bizcocho (exteriormente), fue sin duda el dibujo que se le queda al sacarlo del molde.

Un molde que no era demasiado grande, ya que, era de los que se utilizan para hacer flan.


De esponjosidad, como el que más.

Ya pude comprobar en los mini bundt cakes de limon la esponjosidad que proporcionaba el suero de leche, así que, decidí volverlo a usar y poner en práctica la esponjosidad, pero ahora, con el cacao en polvo.

Como no podía ser de otra manera, el bizcocho salió delicioso y super esponjoso.

Bizcocho de Chocolate y Avellana
      (Receta de May Sánchez)

  • 240 ml de aceite de oliva virgen extra
  • 320 gr de azúcar normal
  • 3 huevos M
  • 1 cucharadita de sal fina
  • 300 gr de harina de repostería
  • 2 cucharaditas de levadura química
  • 2 cucharadas colmadas de cacao en polvo sin azúcar
  • 1 cucharada de miel
  • 120 ml de buttermilk
  • 2 cucharadas de aroma de avellana en pasta

Como siempre, comenzamos batiendo el aceite junto con el azúcar y una vez estén bien integrados, añadimos los huevos uno a uno (añadimos uno, batimos, otro, batimos y así) y la sal fina. Batimos hasta que todo esté perfectamente integrado.

Seguimos con los ingredientes secos. Tamizamos la harina, la levadura y el cacao y añadimos a la mezcla. Batimos a velocidad baja (recordad: cuanto más fuerte batamos en este paso, más duro quedará nuestro bizcocho) hasta que la mezcla no tenga ni un sólo grumo.

Añadimos la cucharada de miel. Batimos.

Ahora es el momento de, mientras seguimos batiendo a velocidad baja, añadir el suero de leche (o buttermilk) y continuar batiendo hasta que se integre perfectamente.

Vertemos las dos cucharadas de avellana en pasta. Batimos.

Ya podemos verter la masa en el molde y hornear durante 30-45 minutos (depende de tu horno) a 160-180ºC.


Eso de que se come con la vista, es muy cierto. 

Y bien, esto es todo por hoy. Espero que os haya gustado.

Un beso,

May.

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